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La Importancia De Ser Un Buen Ejemplo
Yadira Campis & Jaime Medina
«18 Ustedes, las esposas, deben sujetarse a sus esposos, pues es lo que se espera de ustedes como cristianas.
19 Y ustedes los esposos deben amar a sus esposas y no ser groseros ni duros con ellas.»
– Colosenses 3:18-19
Podríamos definir el término de conducta aprendida como algo que se va desarrollando debido al resultado de una experiencia vivida. Por consiguiente, esta conducta aprendida puede tener un efecto positivo o negativo en la vida de los seres humanos.
Los padres son una gran influencia en la conducta de sus hijos durante la etapa de la adultez. Pues los hijos, en su mayoría, pueden ser en un futuro no muy lejano el resultado de lo que vivieron durante su infancia. Como ejemplo, un joven que crece rodeado de un ambiente en donde predomina la violencia familiar, este tiene una gran probabilidad de convertirse en un hombre maltratante como resultado de esa conducta aprendida.
Estamos viviendo una época donde nosotros, los padres cristianos, tenemos como deber el educar y criar a nuestros hijos por el camino correcto. Debemos, en todo momento, representar lo que es un ser cristiano. La realidad es que entre algunos de nuestros deberes también debe reflejarse lo que representa un matrimonio saludable y estable. No nos referimos a hacer creer a los nuestros hijos sobre la existencia de un matrimonio perfecto o un matrimonio como el de un cuento de fantasías. Todo matrimonio tiene altas y bajas, buenas y no tan buenas. Más bien es ser un ejemplo de lo que es un hogar sano compuesto de un matrimonio, donde no haya cabida para influencias machistas o feministas. Seamos un espejo para nuestros hijos donde aprendan sobre el amor y respeto que debe existir entre dos personas en el que Cristo es el centro de su matrimonio.
En las escrituras podemos encontrar varios versículos donde nos revelan nuestros roles como esposos.
Esposas;
Colosenses 3:18 señala que la mujer debe sujetarse a su esposo sin embargo no se trata de ser la criada, esclava o de ser anulada por él. Pablo lo que advierte en las escrituras es que la mujer debe respetar a su marido, pues es la cabeza de la familia que Dios ha estipulado. Efesios 5:22 asimismo instruye que las mujeres respeten a sus maridos, como si se tratara del Señor. Tito 2:4-5 enseña a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos, a ser juiciosas, castas, cuidadosas del hogar, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
Esposos:
Colosenses 3:19 indica que los hombres deben amar a sus esposas y no ser groseros ni duros con ellas, pues como indica 1 Pedro 3:7 porque la mujer es vaso frágil. Utilizando el término «vaso frágil» como un equivalente a alguien a quien debe amar y honrar como un igual en Cristo. Los esposos deben amar a sus esposas con afecto fiel y tierno de la misma manera como se aman a sí mismo (Efesios 5:28). El hombre solo debe usar su fortaleza física para cuidar y proteger a la mujer que ama y sirve.
Los hijos reciben seguridad cuando ven a sus padres respetarse, amarse y utilizar palabras agradables entre ellos. Así mismo, que una convivencia armoniosa entre padres proveerá estabilidad en la vida de los hijos. Queda claro entonces que, si los padres demuestran buen trato y afecto delante de sus hijos, esto logrará que exista una alta probabilidad de que en un futuro los hijos pongan en práctica lo aprendido. O sea, pondrán en práctica una conducta aprendida adecuada. Bendiciones
Reflexión Recomendada: ¡Gracias Te Damos, Oh Dios!
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