Lo Mejor de Mi
Reinaldo L. García Pérez
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
– Salmo 8:3-4
El salmista David está impresionado. No puede comprender como un Dios extraordinario considera a un hombre ordinario y se ocupe de él.
¿Parece increíble que Dios, creador del cielo y la tierra, quiere que seas parte de su plan? Es interesante porque el ser humano tiende a trazar sus metas y pretende que Dios se integre en sus planes cuando en realidad no es así.
Dios tiene un plan. En su voluntad, Dios quiere obrar en ti y a través de ti. Dios siempre toma la iniciativa. Nos revela a través de las Escrituras su voluntad. ¡Es maravilloso que un Dios poderoso, amoroso y extraordinario quiere tener una relación personal contigo y obrar a través de ti!
La relación con Dios, tener comunión con Él es la clave para experimentar el poder de Dios. Hebreos 11:6 expresa: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Ora para que Dios te enseñe y muestre sus caminos. El Salmo 103:7 expresa: Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras. Estudia las Escrituras para que Dios te revele sus planes y propósitos.
Dios tiene planes contigo más grandes que lo que puedes soñar. En lugar de desarrollar planes por tu cuenta, entrega tus sueños a Dios. Ocúpate en conocer a Dios. Aprenderás a amarlo, a orar confiando en El y descansar en sus promesas. Espera en el Señor y obedece. El tiempo de Dios es perfecto y su manera de obrar siempre es la mejor.
Sigamos el ejemplo de Jesús. Siendo un adolescente expresó: «en los negocios de mi Padre me es necesario estar» – Lucas 2:49. Desde tierna edad el comprendía que no se trataba de él sino de la voluntad del Padre.
Durante el bautismo de Jesús, una paloma blanca descendió: Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. – Mateo 3:17 El Padre se deleita en hijos e hijas que le reconocen y obedecen.
El reconocido escritor Henry Blackaby describe el ejemplo de Jesús de la siguiente manera:
El Padre ha estado trabajando hasta ahora.
En este momento, el Padre me tiene a mi trabajando.
Nada hago de mi propia iniciativa.
Observo para ver dónde está trabajando el Padre.
Hago aquello que veo al Padre haciendo.
Porque el Padre me ama me muestra todo lo que él está haciendo.
Estás presente en la agenda de Dios. Él quiere involucrarte para hacer su obra. Lo más importante no es lo que quieres hacer, o lo que piensas eres capaz de lograr, sino lo que Dios hace y hará a través de ti para su Gloria.
De ahora en adelante, daré lo mejor de mi para Su Gloria.
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