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Obedecer a Dios es la clave

Jacqueline y Tony Borrero

Jacqueline y Tony Borrero

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”

El matrimonio es una decisión.  Escoger esa persona con la que compartiremos el resto de nuestra vida conlleva oración y discernimiento. Si por alguna razón omitimos este paso, es necesario durante el matrimonio, clamar por sabiduría para actuar de tal manera que podamos transformar nuestro hogar en uno agradable a Dios.  La palabra nos exhorta a pedir la sabiduría:  “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”  Santiago 1:5 

Podemos entender entonces, que la sabiduría está accesible a todos.

Hace unas semanas, desperté a medianoche con el siguiente versículo:

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” Prov. 1:7.   Inmediatamente le dije al Señor: recuérdamelo por la mañana para no olvidar que me diste este versículo.  Dicho y hecho, al despertar mi primer pensamiento fue: “El principio de la sabiduría es el temor a Jehová.”

Temer a Dios es obedecerlo.  Es hacer lo que en su palabra dice que podemos hacer.  Es saber que si peco, camino en desobediencia y con ello ofendo a Dios.  Cuando temo a Jehová busco agradarle, permito que el Espíritu Santo me guíe por la senda correcta. Busco que mi vida completa sea según Su voluntad, buena, agradable y perfecta. 

Muchas veces buscamos soluciones a nuestros problemas.  En nuestro matrimonio surgen situaciones en ocasiones desesperantes. Situaciones que parecerían no tener solución.  En ocasiones recurrimos a la fuente equivocada para buscar consejo cuando la palabra nos enseña cómo actuar en cualquiera que sea nuestra situación.  Si tememos a Jehová, nuestra vida debe ser distinta.   Respetamos a Dios y porque le respetamos tratamos mejor a nuestro esposo, hijos y hacemos nuestro mejor esfuerzo para no desagradar a Dios.  Pienso que si todos buscáramos obedecer a Dios y lo deseáramos con todo nuestro corazón podríamos vivir en armonía unos con otros.  Dejaríamos a un lado nuestro egoísmo, orgullo e insensatez y podríamos amar y respetar a los demás.  

Debemos buscar la sabiduría que proviene de Dios para resolver cada área de nuestras vidas.  Pidámosle a Dios que nos de la estrategia para lidiar con nuestra pareja y que nuestro matrimonio refleje el amor de Dios para nuestras vidas; y que la sabiduría nos ayude a mantener relaciones sanas y duraderas.