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Vivir Confiado

vivir confiado con Dios
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Reinaldo L. García Pérez

«En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.» 
– Salmo 4:8
Es importante ubicar el pasaje en su contexto.  El rey David escribió estas dos oraciones, contenidas en el Salterio, en uno de los momentos más complicados en su vida.
El tercer capítulo del libro de Salmos se titula: Oración matutina de confianza en Dios. Bajo el título, nos brinda el detalle: Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo. Registrado en la Escritura en el capítulo 15 del segundo libro de Samuel.
Absalón, hijo de David, sangre de su sangre, se había sublevado y buscaba ocupar el trono de Israel.  Por años, Absalón recibía a quienes llegaban a la puerta de la ciudad. Era muy conocido y apreciado porque mediaba, pero en voz baja hablaba contra su padre.  Por sus favores fue ganando adeptos y aliados con la intención de destronar su padre.
El salmista identifica, a través del pasaje, tres (3) cosas que hacen los malvados:
1. Vuelven la honra en infamia 
¿Qué es tergiversar?  Es dar una interpretación errónea o falsa a algo, a menudo con voluntad de ello.  Implica cambiar, alterar, dañar. Es llamar a lo bueno, malo y viceversa.  Obviar lo que es por lo que no es.
2.Aman la vanidad 
¿Qué es la vanidad? La vanidad se define como la creencia excesiva en las habilidades propias o la atracción causada hacia los demás.  Es un tipo de arrogancia, engreimiento, una expresión exagerada de la soberbia.
3. Buscan la mentira
¿Qué es la mentira? Afirmación que una persona hace consciente de que no es verdad.  El hecho de comunicar mentiras se llama mentir, y es utilizado por las personas para fingir, engañar, aparentar, persuadir o evitar situaciones.
David nos invita a considerar nuestros actos, nos invita a considerar nuestros caminos.  Nos invita a reflexionar.  Nos invita a volver en sí.
El salmista establece la diferencia entre el justo (piadoso) y el pecador.  El justo reconoce a Dios y practica la justicia.  Da a cada cual lo que le corresponde.  El justo depende de Dios porque reconoce que Dios es su proveedor y tiene cuidado de él. El justo pone su confianza en Dios y reconoce que en Dios tiene auxilio y refugio.  
David sabe quién es Dios, porque conoce a Dios.  El salmista conoce a un Dios vivo, a un Dios de poder.  En lugar de poner su mirada en su fuerza o en sus habilidades pone su confianza en Dios.
Me impresiona la versión del versículo 3, según la Traducción Lenguaje Actual:
Sépanlo de una vez: Dios me muestra su amor porque le soy fiel; ¡por eso me escucha cuando lo llamo! (TLA)
Los justos no están libres de pecado, pero están en relación de pacto con Dios.  Los justos no tienen razón para temer, porque Dios escucha sus oraciones y cuida de ellos.
Me alienta la manera que lo expresa el Salterio Español, una paráfrasis del Salmo 4:
Pues bien, crezcan, si pueden mis contrarios,
abunden en aceite, trigo y vino,
a pesar de sus bienes y amenazas
yo estaré quieto y viviré tranquilo.
Pues que fiado en tu bondad suprema,
Y seguro de halla en ti un asilo,
reposaré con dulce y blando sueño
de tu seno acostado en el abrigo.
Porque, Señor, me has hecho muchas gracias,
Y cuento entre tus grandes beneficios
Haber fortificado mi esperanza,
Y con firmeza haberla establecido.
¡Que hermoso es saber que en Dios está nuestra confianza! ¡Que él es nuestra paz en medio de la tormenta!  Por eso el salmista afirma y proclama:
En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

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