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Y Dejará A Su Padre Y A Su Madre

Y Dejará A Su Padre Y A Su Madre
Elizabeth Ríos

Elizabeth Ríos

«Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada. 24 Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne
– Génesis 2:24
Dios creó al hombre y a la mujer cada uno con unas cualidades únicas.
El hombre fue formado del polvo mientras que la mujer fue formada de la costilla del hombre. Pero, juntos se le encomendó que sean uno, que se multiplicaran y que gobernaran la tierra.
Cuando una pareja de novios decide dar el SÍ para pasar al matrimonio deciden hacer un pacto con Dios primeramente y luego con sus respectivas parejas de estar juntos, de compartir todo. Eso es lo que se promete en el altar en presencia del pastor y todos los invitados.

Entonces ya cuando emprenden el maravilloso camino del matrimonio estos ya no son dos, sino que ahora son una sola carne. Esta frase: “y serán una sola carne”, habla de intimidad, tanto física, emocional, espiritual, intelectualmente, financieramente y en cualquier otro aspecto; la pareja debe convertirse en uno. Ya no son más dos entidades (dos individuos), sino que ahora son una sola entidad (una pareja casada).

Quiero señalar algo importante de cuando el versículo menciona: «y dejará a su padre y a su madre».  Dejar a tus padres no significa ignorarlos o no pasar tiempo con ellos. Dejar a tus padres significa reconocer que tu matrimonio creó una nueva familia y que esta nueva familia debe ser una mayor prioridad que tu familia anterior.
Deuteronomio 5:16 Honra a tu padre y a tu madre, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, para que tus días sean prolongados y te vaya bien en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
Muchas veces al ignorar la palabra de Dios ponemos en riesgo nuestros matrimonios.  Una de las dificultades que podrían atravesar es el no respetar el espacio del matrimonio porque no se quiere (soltar) a los padres. No se trata de abandonarlos, ni de ignorarlos; no, no es eso. Dios nos manda a honrar a nuestros padres, incluso ese un mandamiento con promesa que trae bendición. 
Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada. 24 Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.  (Génesis 2:24)
El versículo se refiere a dar prioridad y mayores cuidados al nuevo matrimonio en formación. 
Cuando dice que se unirá a su esposa- Esto no es que estén pegados físicamente todo el tiempo, sino que estén unidos en todo momento. (En los buenos momentos y en los malos tiempos).
Así también es la relación que Dios quiere tener con su iglesia. Estar unidos como un matrimonio.  Nos unimos a Él cuando leemos Su Palabra y nos sometemos a Su autoridad sobre nosotros.  
Entonces mientras seguimos la dirección que Dios nos da en su palabra de dejar a padre y a madre, lo hacemos con el fin de descubrir el compromiso y la seguridad como Dios lo ideó.  En un matrimonio, los esposos se dan prioridad a ellos en amor, unidad, comunión, respeto, lealtad, fidelidad y comunicación.
No es sano que haya terceros opinando en los asuntos de matrimonio.  Un consejo pedido es  muy diferente a uno sin haberlo pedido.  Los cónyuges deben entender que ya no pueden depender de mamá o papá para todo y estos deben reconocer que ahora su mayor prioridad es su cónyuge y deben trabajar juntos (unidos), por su matrimonio.
Entendiendo que Dios nos insta a dar prioridad a nuestros cónyuges y que él desea ser el centro de nuestros matrimonios, disfrutaremos de gran gozo, unidad y cumpliremos propósitos juntos.
Sin Dios, una verdadera y plena unidad no es posible.

Reflexión Recomendada: Y Lo Que Dios Unió Que No Lo Separe…

Elizabeth Ríos

Sobre la autora: Elizabeth Ríos

Esposa, madre, abuela, adoradora, intercesora, amada por un Dios grande, restaurada y transformada. Actualmente trabaja como líder de Retiro de sanidad interior en la iglesia El Calvario. Versículo favorito: Salmos 119:49-72 49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar. 50 Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado

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