Dra. Moraima De Hoyos-Ruperto

Proclama y atesora esta promesa en tu corazón. Dios mismo peleará por ti, cuidará de ti y de los tuyos.

Dios nos hace un llamado a ocuparnos de lo que es importante para él. No seamos como todos los demás. Seamos como Timoteo que se dedicó a lo importante; a predicar las Buenas Nuevas de Jesucristo.

Tu y yo estamos llamados a compartir la bendición que tenemos. ¿Cómo lo hacemos? Eso lo dejo a tu creatividad.

Dios es nuestro refugio, escudo, fortaleza y salvación en medio de la angustia. Dios mismo te honrará porque has puesto tu confianza en Él. Porque has esperado y creído en su amor y fidelidad, aun en medio de tu prueba.

Nuestro Dios es un Dios que hace desaparecer con su presencia la oscuridad, tinieblas o neblina. Jesús vino para darnos luz en medio de nuestro caminar cada día.

¡Dios no cambia en sus planes de bien para nosotros! Gózate y da gracias que a pesar de todos los cambios que pueda haber alrededor tuyo, Dios sigue siendo Dios fiel.

Nuestras experiencias negativas pueden ser parte del proceso de Dios para el cumplimiento de su propósito en nosotros.

Debemos tener cuidado con esas pequeñas cosas, que parecen insignificantes, pero nos pueden sacar del camino correcto. El mismo sabio lo llama: pequeñas locuras que pueden quitarnos nuestro reconocimiento como sabios y honorables.

La paciencia se desarrolla, perfecciona y nos hace completos para la obra de Dios.

Confía, tienes el mejor abogado. Haz tu parte: Ama a Dios y Confía en Dios; lo demás está en manos de él.

Dios nos asegura un gran triunfo sobre los malvados, solo nos toca hacer nuestra parte para no ser contaminados con su maldad.

La fidelidad de Dios es parte de su esencia. Él es Dios y es fiel. El no puede negarse a sí mismo.

En momentos donde los pasos que damos parecen ser por arena movediza, hay que clamar por la guianza del espíritu de Dios a tierra firme.

En el momento de la guerra, tranquilo (a), Dios va delante. No estás solo (a), Dios no te dejará en el momento difícil. No tengas miedo, levántate con fuerza y pelea.

La Biblia no es un libro místico. Es una guía de vida práctica a través de la cual Dios quiere enseñarnos el camino que debemos tomar y lo que nos toca hacer para el Reino de los Cielos.

Declaremos que se cumple lo que dice Ezequiel 36:26 en la vida de nuestros hijos: “… os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.”

Si sientes que tu vida se ha hecho añicos y que literalmente todo se ha destruido a tu alrededor, es momento que te sacudas el polvo y sigas adelante.

En el momento que te sientas frustrado, triste, cansado, agotado y/o agobiado, descansa. Deja que Dios mismo envíe sus ángeles para que te alimenten. Luego, recobra fuerzas y sigue haciendo lo que Dios te ha llamado hacer.

Antes del tiempo de Gloria viene el tiempo de prueba.
No importa cuál sea tu situación, Dios la conoce. Permanece en la fe y veras su poder Glorioso.

La verdadera pandemia de este siglo se llama ansiedad.

El reto de este siglo es entregar nuestras preocupaciones, de verdad, a Dios. Hoy te invito a que aceptes el reto y sigas el consejo divino.

En momentos de dificultad, no podemos parar de clamar a Dios. Tenemos que derramar nuestro corazón delante de nuestro Dios en todo momento; día y noche.

No hay duda que a todos nos puede llegar el día malo. Lo importante es que lo enfrentemos con el corazón correcto. Un corazón de humillación y arrepentimiento. Un corazón de dependencia absoluta de Dios.

Ya eres libre. No permitas que nada ni nadie te robe esa libertad. Alaba a tu Padre Celestial por ello: «¡Abba! ¡Padre!»

Usualmente, cuando todo está tranquilo en nuestras vidas nos acomodamos. Nos ubicamos en nuestra zona de comodidad (zona de confort). Pero, Dios siempre tiene más para ti.

Dios es amor. Dios es infinito y nunca terminaremos de conocer y entender todos sus misterios, pero Dios quiere que le conozcamos.

Aun en medio de mi imperfección, Dios me ha ayudado en la tarea que considero la más ardua de mi vida y que el centro de toda esta tarea es El Amor.

Vivir con las actitudes positivas que Cristo nos mandó, en medio de los días difíciles que vivimos, no es fácil. Siempre, estará la lucha con nuestra carne, pero así como Él venció, nosotros venceremos.

Dios nos dio el mejor ejemplo de amor. Por ello nos pide que nosotros accionemos el amor de forma pura y sincera.

Comprende que el poder de la vida y la muerte está en lo que piensas y pronuncias por tu boca. Con tu boca puedes bendecir o maldecir la vida tuya y la de los que te rodean.

En el proceso de emprender, pueden llegar momentos difíciles. Es en esos momentos que debes recordar lo que Dios dice en su palabra. Porque Dios dice y cumple.

Emprender es comenzar algo nuevo. Emprendemos en ministerios, asuntos familiares, personales y profesionales. ¿Cómo podemos lidiar con el miedo en el proceso de emprendimiento?

Si siguiéramos el consejo bíblico nos evitaremos muchos problemas en nuestras relaciones y en la vida en general.

Como emprendedores deseamos éxito. Nadie dedica todo el esfuerzo en tiempo, dedicación y dinero que se necesita para emprender con la meta de fracasar. Pero, ¿porque fracasamos en las cosas que emprendemos, aunque nos esforzamos?